lunes, 5 de mayo de 2008


“HOY TE TOCA LA MUERTE”. Reseña

Fernando Rodríguez Ángeles


De hace diez años para acá, las palabras Mara Salvatrucha se han colado en el panorama cotidiano de todos nosotros. No forman parte del imaginario colectivo, que reviste de mitología a cualquier figura ficticia, por el contrario, su naturaleza cuasi mítica es un ejemplo más de la realidad superando a la ficción. A pesar del auge y cobertura mediática que ha tenido la Mara Salvatrucha –o quizá precisamente por eso- ésta se ha convertido en uno más de esos conceptos que a fuerza de repetición creemos comprender y conocer, pero sobre el que al tratar de analizar y explicarlo no se puede decir algo más que no sean los estereotipos y lugares comunes.

El fenómeno de las pandillas centroamericanas, agrupadas todas de manera incorrecta por los medios de comunicación bajo el apelativo de Mara Salvatrucha, se ha convertido en un problema social de tan amplios alcances que la inexistencia de un estudio a fondo de sus orígenes, características, formas, modos, y posible devenir no era justificable. En este panorama, Marco Lara Klahr, reportero con 27 años de experiencia en problemas y fenómenos de seguridad pública, presenta el que quizá sea el más completo análisis del mundo pandilleríl, realizado desde las mismas entrañas del Barrio, “Hoy te toca la muerte”.

El título es elocuente. Refleja en un primer momento la realidad del mundo de las maras (la palabra mara, explica Lara, designa a un grupo, una banda, como “la bola” mexicana). La vida de los jóvenes consagrada al Barrio, a la clica, a los jomis. Una existencia plasmada en el tatuaje de “los tres puntos” (mujeres, drogas y asesinato) y con la que en los últimos años se ha identificado a un número indeterminado de latinoamericanos, en una nueva edición de la lucha por una identidad. Para el pandillero, la muerte no es solo la única forma de dejar la mara –en este caso la muerte propia-, sino de ser aceptado y sobrevivir dentro de ella – la muerte del otro a manos de él-.

Mara Salvatrucha, MS13, emeese o MSXVIII, son todos el mismo nombre para una agrupación a la que Marco Lara ha señala como la solución que encontraron los inmigrantes salvadoreños, despreciados, discriminados, de segunda, a la violencia que sobre ellos ejercían otros grupos raciales en los Estados Unidos de mediados del siglo pasado. En el otro extremo, la Barrio 18 o Calle 18 o La dieciocho, pandilla nacida en las calles de Los Ángeles, fundada por mexicanos y enfrentada a muerte con la Salvatrucha.

Entre esos dos mundos, Lara Klahr teje una red de miseria, abandono, violencia y exclusión que las homologa. Sus orígenes en los barrios angelinos en California como una forma de diferenciarse y defenderse; su consolidación como resultado de las crisis económicas derivadas de desastres comerciales y naturales; la consiguiente aparición de miles de hogares rotos, con niños huérfanos y de fácil convencimiento para integrar la mara; el impulso que les dieron los programas de mano dura y cero tolerancia, exportadas por Estados Unidos a los gobiernos centroamericanos; su internacionalización, resultado de las deportaciones masivas de inmigrantes y latinos residentes a los países de los que habían salido hacía décadas, todas son características que ambos grupos comparten.

Marco Lara –que deprecia el “recortaje”, como ha asegurado en entrevista- presenta un extenso reportaje que no deja de lado ningún aspecto del fenómeno mara. Parte de la historia de la formación de los Estados Unidos. Su origen inmigrante, las oleadas de extranjeros que llegaron a un nuevo territorio y se agruparon en pandillas que de cierta manera trataban de reproducir en pequeña escala la patria que habían dejado.

En diferentes momentos, escoceses, chinos e italianos desarrollaron en territorio norteamericano actividades delictivas, a la vez que defendían su identidad en un mundo que les era adverso. En este caldo de cultivo, inspirados en la naturaleza pandilleríl de otros grupos de inmigrantes, los latinos se agrupan y surgen las pandillas de centroamericanos y mexicanos.

El desarrollo de estas agrupaciones y su extensión a Centroamérica, trajo consigo una transulturalización doble: por un lado los inmigrantes que las habían fundado combinaron su cultura natal con la norteamericana; ahora, de regreso en sus países de origen, los pandilleros mezclan sus prácticas y actitudes con las de las pandillas locales.

En su libro, Marco Lara apunta que la creciente evolución de las maras, fortalecida por el proceso de la globalización ha convertido a las pandillas en organizaciones delictivas de gran calado. Su influencia ha llegado a México y se beneficia de la corrupción y atropellos de los cuerpos de policía locales y federales. Así, para Lara las pandillas han obtenido tal poder, que incursionan en ámbitos delictivos que antes no podían abarcar por su complejidad operativa, como el narcotráfico y el tráfico de personas. Al darle una forma definida a la mara, Lara logra atraer la atención a una realidad que está más cerca de nosotros de lo que creíamos.

Editado por Planeta, “Hoy te toca la muerte” es un buen trabajo periodístico que arroja luz sobre un fenómeno social de trascendente actualidad. Las impresiones de analistas, académicos, miembros de organizaciones civiles, autoridades y autores son recopiladas por Marco Lara para tratar de comprender el origen y naturaleza de la mara. A la par, los testimonios sobrecogedores e ilustrativos de ex pandilleros reintegrados a la sociedad, treces, dieciochos, Big Palabras, entre otros, desfilan por las páginas del libro en un lenguaje claro y atractivo.

Marco Lara Klahr, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM tiene una amplia experiencia de investigación en temas de seguridad pública. Ganador del Premio Nacional de Periodismo en el año 2000 en el rubro de reportaje, se ha convertido en una figura prominente en el análisis de problemáticas sociales que repercuten en la estabilidad de las comunidades. En ese sentido ¿quién mejor que él para elaborar un reportaje de la magnitud y relevancia de “Hoy te toca la muerte”?






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